13 FEB 09 Notable avance científico
Descifraron el mapa genético del neandertal
Evolutivamente es el "primo" más cercano del hombre moderno.
El logro, que exigió complejos avances tecnológicos para analizar el ADN de los restos fosilizados y evitar que se contaminara con el de humanos actuales, se dio a conocer mediante una teleconferencia que abrió la Reunión Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, un encuentro que, como todos los años, congrega a miles de científicos, profesores de ciencia y público, además de casi 800 periodistas llegados hasta aquí desde todo el planeta. Los autores del trabajo son científicos del Instituto Max Planck para la Biología Evolutiva, en Leipzig, Alemania, y de la Corporación 454 de Ciencias de la Vida, en los Estados Unidos. Ellos descifraron alrededor de 3000 millones de "letras" del código genético de estos homínidos; más exactamente, el 63% del genoma de un neandertal de sexo masculino hallado en la cueva de Vindija, Croacia, y varios millones de "letras" más de otros individuos. Planean completar la tarea y publicar sus resultados hacia fines de este año.
"Esta será la primera vez que habremos reconstruido el genoma entero de un organismo extinguido", dijo Svante Pääbo, pionero en el estudio de ADN ancestral que dirigió la investigación.
Tal vez ese conocimiento permitirá contestar una pregunta que inevitablemente nos inquieta: cuáles fueron los cambios evolutivos cruciales que permitieron el surgimiento del Homo sapiens. "Ayudará a demostrar cuáles fueron las diferencias entre ellos y nosotros que nos permitieron desarrollar la tecnología y colonizar el planeta", dijo Pääbo, quien en 1997 demostró que los neandertales eran "primos" y no antepasados de los humanos modernos. Pero además arrojará nueva luz sobre la precisa ubicación de los neandertales en el árbol genealógico de los humanos, un problema que paleontólogos y antropólogos están tratando de resolver desde que, en 1856, tres años antes de que Darwin publicara El origen de las especies, se dio a conocer el hallazgo de restos fósiles de esta especie cerca de Düsseldorf, en Alemania.
Aunque según otros estudios el genoma de los neandertales, que parecen haber coexistido con los humanos durante miles de años, coincide con el del Homo sapiens en más del 99%, para los científicos no habría habido mucha confraternización entre ellos.
"No hay evidencias de intercambio sexual", dijo Pääbo. Las nuevas secuencias genéticas revelan que los neandertales carecían de la capacidad de digerir la leche en la adultez, un rasgo que se difundió entre los europeos y los africanos en los últimos 10.000 años; de una versión del gen que interviene en el desarrollo cerebral -el microcephalin-1-, y de otro vinculado con el envejecimiento cerebral y el Alzheimer, llamado Tau. Para avanzar en esta línea, ya se están planteando estudios comparativos con genes vinculados con el habla y el envejecimiento cerebral en los seres humanos.
Los especialistas no esperan encontrar datos que ayuden a resolver el misterio de la extinción de estos homínidos. "No creo que se hayan extinguido por algo que pueda verse en su genoma -dijo Pääbo-. Debe de haber sido a causa de algo en su medio ambiente o por su interacción con los humanos modernos."
Finalmente, el paleontólogo croata desalentó las expectativas de quienes llegaron a imaginar que, con el mapa genético completo de los neandertales en la mano, sería posible revivir a uno de estos "primos" extinguidos: "Aunque quisiéramos, sería técnicamente imposible -dijo-. No creo que llegue a verlo en el transcurso de mi vida".
No hubo cruce con el neandertal
Los expertos descartan que haya rastro genético humano en la especie "hermana".
EL PAÍS - Madrid
Svante Pääbo, director del proyecto, señaló que, completado ya el 60% del genoma, se puede descartar el cruce entre neandertales y humanos, sus parientes más cercanos. "Si contribuyeron algo a la variabilidad genética humana actual fue algo muy, muy pequeño", comentó Pääbo.
En el análisis del genoma, los investigadores han utilizado sobre todo fósiles procedentes de la cueva de Vindija, en Croacia, aunque también se han tenido en cuenta muestras de El Sidrón, en Asturias. Se han analizado con especial atención algunos genes relacionados con el habla y con la actividad cerebral. Las dos especies, neandertales y humanos modernos, tienen el mismo gen Foxp2, relacionado con el habla y el lenguaje, que es distinto en el chimpancé. "No hay razón para pensar que los neandertales no pudieran hablar como nosotros", dijo Päabo, "pero hay muchos otros genes del habla y el lenguaje y falta investigación". Sin embargo, otro gen, relacionado con el desarrollo cerebral, ha resultado ser en el neandertal una variante que también se encuentra en África ahora pero no en Europa.
Pääbo y sus colegas del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig (Alemania) y la empresa 454 Life Science Corp, del grupo Roche, han secuenciado más de 1.000 millones de pares de bases químicas de ADN. La secuencia del genoma del neandertal clarificará las relaciones evolutivas entre los humanos modernos y los neandertales, y también ayudará en la identificación de los cambios genéticos que permitieron a los humanos modernos empezar a salir de África y distribuirse alrededor del mundo hace aproximadamente 100.000 años. "Siempre fue un sueño conocer el ADN de nuestros parientes evolutivos más cercanos. Ahora sabremos lo que nos hace humanos", aseguró Pääbo.
Sin embargo, los investigadores no creen que puedan descubrir la causa de la extinción de los neandertales, porque no estaría relacionada con la genética sino con el medio ambiente o su relación con los humanos modernos. Y tampoco creen que se pueda resucitar un neandertal clonando su ADN. "Hablamos de un mamífero muy complejo", concluyó Pääbo.
Descifraron el mapa genético del neandertal
Evolutivamente es el "primo" más cercano del hombre moderno.
La Nación
Nora Bär
Nora Bär
A partir de tres pequeñas astillas de huesos fósiles que no pesaban más de medio gramo, científicos norteamericanos y alemanes anunciaron ayer que descifraron una parte importante del genoma del "primo" más cercano, evolutivamente hablando, del ser humano moderno: el hombre de Neandertal. Se trata de un homínido de gran capacidad craneal, que habría desarrollado algún tipo de habilidad para la comunicación y que vivió en Europa y parte de Asia hasta hace alrededor de 30.000 años, antes de extinguirse en forma misteriosa.
El logro, que exigió complejos avances tecnológicos para analizar el ADN de los restos fosilizados y evitar que se contaminara con el de humanos actuales, se dio a conocer mediante una teleconferencia que abrió la Reunión Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, un encuentro que, como todos los años, congrega a miles de científicos, profesores de ciencia y público, además de casi 800 periodistas llegados hasta aquí desde todo el planeta. Los autores del trabajo son científicos del Instituto Max Planck para la Biología Evolutiva, en Leipzig, Alemania, y de la Corporación 454 de Ciencias de la Vida, en los Estados Unidos. Ellos descifraron alrededor de 3000 millones de "letras" del código genético de estos homínidos; más exactamente, el 63% del genoma de un neandertal de sexo masculino hallado en la cueva de Vindija, Croacia, y varios millones de "letras" más de otros individuos. Planean completar la tarea y publicar sus resultados hacia fines de este año.
"Esta será la primera vez que habremos reconstruido el genoma entero de un organismo extinguido", dijo Svante Pääbo, pionero en el estudio de ADN ancestral que dirigió la investigación.
Tal vez ese conocimiento permitirá contestar una pregunta que inevitablemente nos inquieta: cuáles fueron los cambios evolutivos cruciales que permitieron el surgimiento del Homo sapiens. "Ayudará a demostrar cuáles fueron las diferencias entre ellos y nosotros que nos permitieron desarrollar la tecnología y colonizar el planeta", dijo Pääbo, quien en 1997 demostró que los neandertales eran "primos" y no antepasados de los humanos modernos. Pero además arrojará nueva luz sobre la precisa ubicación de los neandertales en el árbol genealógico de los humanos, un problema que paleontólogos y antropólogos están tratando de resolver desde que, en 1856, tres años antes de que Darwin publicara El origen de las especies, se dio a conocer el hallazgo de restos fósiles de esta especie cerca de Düsseldorf, en Alemania.
Aunque según otros estudios el genoma de los neandertales, que parecen haber coexistido con los humanos durante miles de años, coincide con el del Homo sapiens en más del 99%, para los científicos no habría habido mucha confraternización entre ellos.
"No hay evidencias de intercambio sexual", dijo Pääbo. Las nuevas secuencias genéticas revelan que los neandertales carecían de la capacidad de digerir la leche en la adultez, un rasgo que se difundió entre los europeos y los africanos en los últimos 10.000 años; de una versión del gen que interviene en el desarrollo cerebral -el microcephalin-1-, y de otro vinculado con el envejecimiento cerebral y el Alzheimer, llamado Tau. Para avanzar en esta línea, ya se están planteando estudios comparativos con genes vinculados con el habla y el envejecimiento cerebral en los seres humanos.
Los especialistas no esperan encontrar datos que ayuden a resolver el misterio de la extinción de estos homínidos. "No creo que se hayan extinguido por algo que pueda verse en su genoma -dijo Pääbo-. Debe de haber sido a causa de algo en su medio ambiente o por su interacción con los humanos modernos."
Finalmente, el paleontólogo croata desalentó las expectativas de quienes llegaron a imaginar que, con el mapa genético completo de los neandertales en la mano, sería posible revivir a uno de estos "primos" extinguidos: "Aunque quisiéramos, sería técnicamente imposible -dijo-. No creo que llegue a verlo en el transcurso de mi vida".
No hubo cruce con el neandertal
Los expertos descartan que haya rastro genético humano en la especie "hermana".
EL PAÍS - Madrid
A pesar de compartir el 99,5% del genoma, neandertales y humanos modernos son lo suficientemente distintos genéticamente como para afirmar que, si hubo casos de cruce entre ellos, fueron irrelevantes para el futuro de la especie humana. En la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), que comenzó ayer en Chicago, se presentaron los avances en la secuenciación completa del neandertal, la especie que convivió en Europa durante miles de años con el humano moderno y se extinguió en España hace unos 26.000 años.
Svante Pääbo, director del proyecto, señaló que, completado ya el 60% del genoma, se puede descartar el cruce entre neandertales y humanos, sus parientes más cercanos. "Si contribuyeron algo a la variabilidad genética humana actual fue algo muy, muy pequeño", comentó Pääbo.
En el análisis del genoma, los investigadores han utilizado sobre todo fósiles procedentes de la cueva de Vindija, en Croacia, aunque también se han tenido en cuenta muestras de El Sidrón, en Asturias. Se han analizado con especial atención algunos genes relacionados con el habla y con la actividad cerebral. Las dos especies, neandertales y humanos modernos, tienen el mismo gen Foxp2, relacionado con el habla y el lenguaje, que es distinto en el chimpancé. "No hay razón para pensar que los neandertales no pudieran hablar como nosotros", dijo Päabo, "pero hay muchos otros genes del habla y el lenguaje y falta investigación". Sin embargo, otro gen, relacionado con el desarrollo cerebral, ha resultado ser en el neandertal una variante que también se encuentra en África ahora pero no en Europa.
Pääbo y sus colegas del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig (Alemania) y la empresa 454 Life Science Corp, del grupo Roche, han secuenciado más de 1.000 millones de pares de bases químicas de ADN. La secuencia del genoma del neandertal clarificará las relaciones evolutivas entre los humanos modernos y los neandertales, y también ayudará en la identificación de los cambios genéticos que permitieron a los humanos modernos empezar a salir de África y distribuirse alrededor del mundo hace aproximadamente 100.000 años. "Siempre fue un sueño conocer el ADN de nuestros parientes evolutivos más cercanos. Ahora sabremos lo que nos hace humanos", aseguró Pääbo.
Sin embargo, los investigadores no creen que puedan descubrir la causa de la extinción de los neandertales, porque no estaría relacionada con la genética sino con el medio ambiente o su relación con los humanos modernos. Y tampoco creen que se pueda resucitar un neandertal clonando su ADN. "Hablamos de un mamífero muy complejo", concluyó Pääbo.
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