Unos restos de sorgo hallados en Mozambique son la prueba más antigua del consumo de granos por parte del 'Homo sapiens'...
El consumo de cereales salvajes por parte de los humanos primitivos es mucho más antiguo de los que se creía, a la vista de unos restos de sorgo descubiertos en un yacimiento arqueológico de Mozambique y datados en 100.000 años, un tiempo en el que hasta ahora se pensaba que el Homo Sapiens sería más bien recolector de frutos secos y frutas.
El arqueólogo Julio Mercader (Universidad de Calgary, Canadá) ha encontrado abundantes residuos de grano en unos instrumentos de piedra que estaban en la cueva de Ngalue y explica en la revista Science que debe ser harina de sorgo salvaje, lo que implica que aquellos humanos habían incorporado estos productos a la dieta. Es la prueba directa más antigua del consumo humano de cereales preagrícolas en el mundo, afirma el investigador.
"Este hallazgo ensancha el marco temporal del uso de semillas de gramíneas por parte de nuestra especie y es una prueba de una dieta variada y sofisticada mucho antes de lo que pensábamos", afirma Mercader. "Fue durante la Edad de Piedra, en una época en que se creía que la recolección de granos salvajes sería una actividad irrelevante, marginal en comparación con las raíces, los frutos secos y las frutas". Según el investigador, las evidencias halladas ahora Mozambique son equiparables a las pruebas de consumo de cereales por parte de los cazadores recolectores en muchas partes del mundo hace unos 12.000 años, solo que en este caso se trata de restos de 90.000 años más.
En la profundidad de la cueva, Mercader ha hallado docenas de instrumentos de piedra, huesos de animales y restos de plantas, lo que apunta hacia prácticas de alimentación en el lugar por parte de aquellos humanos primitivos, explica la Universidad de Calgary en un comunicado. La presencia de harina y de herramientas para moler indica que se llevaba el sorgo a la cueva para ser procesado.
"Se considera que el consumo de harina representa un paso crítico en la evolución humana por lo que supone de mejora de la calidad de la alimentación en la savana y en la selva africana, donde evolucionaron los humanos modernos", explica Mercader. Su hallazgo "puede ser unos los ejemplos más tempranos de esta transformación de la dieta". Es la complejidad técnica y la manipulación culinaria que los cereales exigen para su ingestión lo que hace que su uso sea un paso crítico en la historia de la humanidad.