Las galaxias, como la Vía Láctea a la que pertenece el sol y otros 300.000 millones de estrellas, no están repartidas en el universo al azar. Forman grupos, cúmulos y supercúmulos que están interconectados en una red de filamentos de gran concentración de materia, junto a enormes espacios casi vacíos. Uno de esos supercúmulos es nuestro vecindario cósmico (con unas 100.000 galaxias) del que cuatro astrónomos han logrado ahora no solo trazar sus límites, su frontera, sino también cartografiarlas galaxias en movimiento. Han bautizado el supercúmulo Laniakea, que en hawaiano significa cielo (lani) inmenso (akea), y la Vía Láctea está en las afueras.
Los supercúmulos son difíciles de definir, especialmente desde dentro, recalca la revista Nature que publica esta semana el nuevo mapa dedicándole la portada. Es como intentar describir con detalle el edificio en que uno vive sin poder salir a la calle para observarlo y medirlo.
Brent Tully, astrónomo de la Universidad de Hawai y tres colegas de Francia e Israel, han hecho el nuevo mapa partiendo de los datos del catálogo de galaxias Cosmicflow-2 y, basándose en las velocidades de las galaxias, logran determinar la extensión, estructura y dinámica de nuestro supercúmulo. Los desplazamientos de las galaxias están determinados por el efecto de la gravedad de la materia de su entorno, por la expansión del universo y por su misteriosa aceleración.
Laniakea tiene un diámetro de 520 millones de años luz y se conocen supercúmulos mayores en el universo más lejano, resume en Nature Elmo Tempel, cosmólogo del observatorio Tartu, en Estonia.
Mapa del supercúmulo de galaxias, bautizado Laniakea, al que pertenece la Vía Láctea Nature Video |
Esta cartografía de las estructuras a gran escala del universo es importante, primero, porque revela detalles del entorno de la Vía Láctea, señala Tempel. Segundo, “porque la morfología del universo cercano es esencial para determinar con precisión parámetros cosmológicos como la densidad de la energía oscura, que se supone que gobierna la aceleración de la expansión del universo”. Y tercero, porque el examen de las estructuras cósmicas alrededor de la Vía Láctea nos ayuda a comprender cómo se formaron y evolucionaron las galaxias.
Artículo recortado de El País.