martes, 20 de noviembre de 2012

Culturas indígenas en peligro.



La Tierra, que a menudo consideramos un planeta de rasgos culturales homogéneos, es bastante menos plana de lo que se desprende de la idea de la globalización como patrón común. En el planeta viven entre 300 y 370 millones de indígenas que, pese a la presión, agresividad y asimilación que sufren, mantienen culturas únicas y fuentes de sabiduría que no tienen nada que ver con las corrientes mayoritarias y, con frecuencia, agresivamente dominantes.

Central Higlands, Papua Nueva Guinea
Una pareja de nativos de Papua durante un momento de comunión espiritual de una ceremonia nupcial 

La exposición colectiva de fotografía No Strangers: ancient wisdom in a modern world (No forasteros: sabiduría antigua en el mundo moderno) quiere alertar sobre la posible extinción de la mitad de las 7.000 culturas indígenas del mundo y sobre la inminencia de esta tragedia. Los expertos calculan que en esta generación o la próxima, los humanos dejaremos que desaparezcan 3.500 cuerpos culturales complejos que incluyen idiomas, costumbres, creencias, filosofías, conocimientos profundos y ritos.

La muestra, innagurada el sábado pasado, 17 de noviembre, en el Annenberg Space for Photography de Los Ángeles (EE UU) y en cartel hasta el 24 de febrero de 2013, está coordinada por el muy conocido antropólogo, activista y fotógrafo canadiense Wade Davis. Entre los artistas que exponen en la exposición destacan algunos de los reporteros más conocidos por su trabajo sobre el terreno y en favor de los indígenas, entre ellos Timothy AllenChris Johns, Lynn Johnson, Steve McCurry, Randy Olson, Chris Rainier Hamid Sardar.

Según los organizadores, No Strangers pretende "explorar las formas en que las culturas expresan y comparten la idea de humanidad y navegan por el círculo de la vida". La muestra está basada, añaden, en una simple pregunta: "¿Qué significa ser un humano y estar vivo?" y en la certeza de que las posibles 7.000 respuestas distintas que pueden ser expresadas hoy, la mitad no serán escuchadas nunca más en muy poco tiempo, porque la mitad de las culturas indígenas estarán "tragicamente silenciadas" en breve.

Esta situación "pone en una situación de riesgo nuestro legado colectivo", al condenar a la extinción "un vasto archivo de conocimientos y experiencias". La exposición muestra ejemplos de las culturas indígenas porque "redescubrir su valor" resulta "un reto crucial" para la humanidad. Entre los temas que No Strangers saca a relucir están los orígenes comunes, las sabidurías ancestarles, la geografía como territorio sagrado, los peligros de la globalización, los cánones de belleza y el placer de la cultura.

Además de expresar el "riesgo para la herencia humana" de la pérdida de este enorme y antiguo caudal de conocimiento, los promotores hacen hincapié en la riquísima diversidad cultural de las minorías, no siempre conocida por los miembros de las culturas dominantes . En la exposición hay fotos de los budistas de Nepal, con acerbos de 2.500 años de antigüedad; los últimos nómadas de una selva tropical, en Borneo; las tribus etiopes que participan en un certamen de salto sobre toros como ritual de hermandad, y los indios Lakota de los EE UU y sus ceremonias de culto solar.

Sournuk, Mongolia
Un niño de la tribu Nuhalar duerme sobre un reno blanco mientras su madre ordeña

Según datos oficiales, los indígenas, presentes en unos 70 países, son el 5% de la población mundial —en Sudamérica, el 11%— y son las principales víctimas de la desigualdad: agrupan el 15% de los habitantes más pobres del planeta —en México, el 87% de los indígenas son muy pobres—. Pese a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007, la extinción de las comunidades es creciente porque son apartados de sus tierras y relocalizados. La presión cultural no es menor, sólo en Australia se han perdido 500 idiomas aborígenes desde que Europa llegó al continente.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Encontrado un planeta errante.



Utilizando el telescopio VLT (Very Large Telescope) del observatorio de Cerro Paranal, en Chile, de ESO y el Telescopio Canadá-Francia-Hawaii, un equipo de astrónomos ha identificado un cuerpo que, probablemente, sea un planeta vagando por el espacio sin estrella anfitriona. Se trata del sorprendente hallazgo del mejor candidato encontrado hasta el momento de planeta que flota libremente y el objeto de este tipo más cercano al Sistema Solar, ya que se encuentra a una distancia de unos 100 años luz. Su relativa proximidad, y la ausencia de una estrella brillante muy cercana a él, han permitido al equipo estudiar su atmósfera con gran detalle. Este objeto también ofrece a los astrónomos un anticipo del tipo de exoplanetas que futuros instrumentos quieren observar en torno a otras estrellas.

Impresión artística del planeta errante CFBDSIR J214947.2-040308.9

Según Philippe Delorme, del Instituto de Planetología y Astrofísica de Grenoble (IPAG) e investigador principal del estudio, "buscar planetas alrededor de sus estrellas es similar a estudiar una mosca sentada a un centímetro de un distante y potente faro de coche". "Este objeto errante cercano nos da la oportunidad de estudiar la mosca con detalle sin la deslumbrante luz del faro estorbándonos", puntualiza.

Los científicos estiman que los objetos errantes se forman como planetas normales que han sido expulsados del sistema que los albergaba o como enanas marrones, estrellas "fallidas" que perdieron la masa necesaria para desencadenar las reacciones que hacen brillar a las estrellas.

"Estos objetos son importantes, ya que pueden ayudarnos tanto a comprender más sobre cómo pueden eyectarse planetas de sistemas planetarios, como a entender cómo objetos muy ligeros pueden resultar del proceso de formación de una estrella", afirma Delorme. Según el científico, "si este pequeño objeto es un planeta que ha sido eyectado de su sistema original, saca de la nada la asombrosa imagen de mundos huérfanos a la deriva en el vacío del espacio".

El objeto, que fue detectado por los astrónomos durante unas observaciones con el Telescopio Canadá Francia Hawai (CFHT), ubicado en el Observatorio de Mauna Kea, en Hawai (EEUU), parece formar parte de un grupo cercano de estrellas jóvenes conocido como Asociación estelar de AB Doradus. El cuerpo errante, denominado CFBDSIR2149, es el primer objeto de masa planetaria aislado identificado en una asociación estelar y su lazo con este grupo es la clave para deducir su edad.

El planeta errante CFBDSIR J214947.2-040308.9

Las estrellas de la asociación estelar de AB Doradus van a la deriva, juntas por el espacio, y se cree que se formaron al mismo tiempo. La edad del planeta correspondería a la misma de la propia asociación estelar, es decir, entre 50 y 120 millones de años.

Si el objeto está asociado a este grupo en movimiento es posible deducir, además de la edad, otras propiedades como su temperatura efectiva -unos 430 grados centígrados-, su masa -aproximadamente entre 4 y 7 veces la de Júpiter- y la composición de su atmósfera.

No obstante, si no hay relación entre este cuerpo errante y la asociación estelar de AB Doradus, resultará más complicado determinar su naturaleza y propiedades y es más probable que pueda calificarse de enana marrón.

"Es necesario seguir trabajando para confirmar si CFBSIR2149 es un planeta errante", concluye Delorme. Según el científico, "este objeto podría usarse como banco de pruebas para comprender la física de cualquier exoplaneta similar que se descubra con los futuros sistemas especiales de imagen de alto contraste, incluyendo el instrumento SPHERE, que se instalará en el VLT".

domingo, 11 de noviembre de 2012

La ballena más rara del mundo.



Una ballena casi desconocida para la ciencia ha podido ser estudiada por primera vez por los investigadores después de que una hembra de más de cinco metros de largo y su ballenato de 3,5 metros aparecieran muertos en una playa de Nueva Zelanda.

Se trata de la Ballena Picuda de Bahamondes (Mesoplodon traversii), cuya existencia era conocida solo por el hallazgo de unos pocos huesos, pero de la que no se había visto nunca un ejemplar completo hasta ahora.

Hasta ahora lo único de lo que disponían los científicos para el estudio de esta ballena eran tres cráneos incompletos.

Una descripción del animal aparece en la última edición de la revista científica Current Biology.


Según los biólogos neozelandeses autores del estudio, el descubrimiento "es la primera prueba de que esta ballena sigue con nosotros y es un recordatorio de lo poco que sabemos sobre la vida en los océanos".

"Es la primera vez que esta especie ha sido estudiada como un espécimen completo y hemos tenido la suerte de encontrar a dos de ellos", señaló la bióloga Rochelle Constantine, de la Universidad de Auckland. Hasta ahora lo único de lo que disponían los científicos para el estudio de esta ballena eran tres cráneos incompletos encontrados en Nueva Zelanda y Chile a lo largo de un periodo de 140 años.

"Es increíble que no supiéramos casi nada de un mamífero tan grande", afirmó Constantine. Las dos ballenas se quedaron varadas y murieron en la playa neozelandesa de Opape en diciembre de 2010 y al principio fueron confundidas con las más comunes ballenas picudas de Gray.


Su verdadera identidad no fue establecida hasta que sus restos fueron sometidos a un análisis de ADN rutinario dentro de un programa de 20 años para recoger datos sobre las 13 especies de ballenas picudas que viven en las aguas neozelandesas.

Los científicos ignoran por qué la Ballena Picuda de Bahamondes es tan escurridiza. "Es posible sencillamente que sea una especie que vive y muere en las aguas profundas de los océanos y rara vez es arrastrada hacia la costa", explicó Constantine, quien recordó que Nueva Zelanda está rodeada de océano profundo y "hay mucha vida marina que desconocemos".